La mayor diferencia entre hosting cloud y hosting compartido está en la cantidad de servidores y la forma en que asignas los recursos. En el hosting compartido, tienes un solo servidor y todos los sitios alojados en él comparten sus recursos, pero dado que no hay límite en su uso, cualquiera de esos sitios puede tomar toda la CPU y RAM de la máquina para su propio beneficio y desventaja del resto. En la nube se aloja en un grupo de servidores, lo que mejora la redundancia del servicio, y sus recursos compartidos se dividen virtualmente para que tu sitio obtenga una cantidad dedicada que nadie más puede usar.

El hosting cloud es mejor que tener un servidor dedicado debido al nivel adicional de redundancia. Si tu máquina dedicada sufre un fallo de hardware, por ejemplo, tu sitio se cae y no hay una forma rápida de recuperar el servicio. Mientras en la nube, si una de las máquinas que forman parte del grupo falla, el resto se hará cargo y tu sitio no experimentará tiempo de inactividad.

Las 3 razones más comunes para usar el hosting en la nube son la escalabilidad, la confiabilidad y la fácil recuperación de datos. El hosting cloud te permite formas más flexibles y rápidas de agregar más RAM, CPU y espacio a tu cuenta cuando sea necesario. En SiteGround ofrecemos escalado automático, activado por eventos de deficiencia de recursos. Cuando tu sitio de repente tiene un aumento en el tráfico, nuestro sistema agregará automáticamente CPU o RAM para mantener el servicio disponible. Debido a la naturaleza de la nube, donde varios servidores están conectados en un sistema, la disponibilidad y confiabilidad del servicio es mucho mejor ya que hay redundancia adicional: tu sitio web no dejará de funcionar si una o incluso algunas de las máquinas fallan como la el resto se hará cargo de la carga. Y, en última instancia, incluso si algunos de los servidores fallan y pierden datos, esos datos estarán disponibles en el resto de las máquinas y podrán recuperarse fácil y rápidamente.